Nunca he sido tallador,
tampoco he sido poeta,
pero un día se me ocurrió
tallar un cristo en madera
y del tronco de un ciruelo
que corte en una parcela,
talle un Cristo y una Cruz
los dos en la misma pieza.
Un cristo que hace milagros.
ustedes no se lo pierdan,
en la nave de mi hermano
esta para que lo vean
y digo que es milagroso
por que aunque nadie lo crea
es un milagro muy grande
que de mis manos saliera.
El cristo salio hecho un cristo
pero como es cristo ordena
y dice que mantengamos
siempre unida esta gran peña
nos dice que como hermanos
colaboremos con ella,
y para el necesitado
tengamos la puerta abierta.
Les contare otro milagro
de este cristo de madera
el que yo sin ser poeta
y sin haber estudiado
haya escrito y dedicado
este bonito poema
a todos los que formamos
la maravillosa peña.
Para todos un abrazo
y dos besos para ella.
Ángel Arroyo
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