Nací
en una tierra pobre
en
una familia humilde
en
un pueblo que se esconde
en
lo que llaman arribes.
Bermellar
ese es el nombre
del
pueblo donde ahora viven
unos
cuantos ya mayores
que
no tienen quien les cuide.
Pero
desde el día que nazco
hasta
el día que despido
pasan
diecisiete años
a
los cuales nunca olvido
Saben
somos cuatro hermanos
de
los cuatro soy el chico
lo
que en Bermellar llamamos
ser
el niño de los mimos.
Mis
padres Vivian del campo
de
un campo árido y frio
que
era más para centeno
que
para cultivar trigo.
De
las tierras no eran dueños
las
alquilaban al rico
le
alquilaban los laderos
que
araban con un borrico.
Yo
fui muy poco al colegio
como
ven no he aprendido
a
esto que yo llamo versos
salgan
de faltas bien limpios.
En
el campo con ovejas
empecé
desde bien niño
tenía
miedo a las culebras
y
a cualquier tipo de vicho.
Mi
padre se daba cuenta
y
me hizo con un perrito
que
me quito muchos miedos
y
saciaba mi apetito.
En
los veranos lagartos
en
invierno el conejito
que
yo me asaba en el campo
y
que me sabían riquísimos.
El
fardel más bien escaso
un
gran trozo de tocino
con
un trocito de queso
con
un trocito chorizo.
Había
que irse a la cuaresma
que
te prohibían lo que he dicho
y
te compraban sardinas
que
iba vendiendo Abelino.
En
los veranos de noche
entre
el ganado perdido
pues
los ovejos con sol
estaban
siempre dormidos.
En
los inviernos con frio
con
lluvias truenos y vientos
que
arregataban caminos
y
arregataban tu cuerpo.
Un
ratito los domingos
podías
ir al bar del pueblo
a
charlar con los amigos
y
tomar algún refresco.
El
sexo estaba prohibido
solo
el cura podía hacerlo
el
era un tio pervertido
que
prohibió el acercamiento.
A
las chicas y a los chicos
cuando
íbamos al colegio
nos
mantenían separados
juntos
era un sacrilegio.
El
cura las controlaba
y
aquellas que salían finas
a
su casa las llevaba
y
mientras tú a cas porrinas
En
mi pueblo como en otros
en la época del franquismo
como
entonces no había votos
ponía
alcalde el catecismo.
Y
entre el alcalde y el cura
el
maestro y el más rico
te
las hacían pasar putas
tanto
a grandes como a chicos
Recuerdo
que hubo disputas
con las márgenes del rio
mucho
abuso alguna multa
y
alguno tiempo escondido.
La
mujer que enviudaba
y
tenia bastantes hijos
con
otros tíos de acostaba
para
ponerle el cocido.
Las
familias se juntaban
por
las noches al serano
uno
escucha el otro habla
y
se va pasando el rato,
Muchas
cosas se cambiaban
otras
ya se iban comprando
muchas
otras se prestaban
de
esta forma iban ahorrando
Venían
los quinquilleros
vendiendo
la porcelana
arreglando
los calderos
y
el dinero no lo usaban
Lo
hacían a cambio de llenos
de
garbanzos de castañas
de
judías o de patatas
y
siempre salías perdiendo
Yo
he nacido en este pueblo
y
lo llevo en mis entrañas
al
que adoro y al que quiero
porque
está en mi tierra charra.
ÁNGEL
ARROYO
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