Si por algún ínstate Dios se olvidara
Que soy una marioneta de trapo y lana
Y un trocito de vida me regalara
Yo lo aprovecharía con muchas ganas.
Y todo lo que pienso no lo diría
Pero todo lo que digo lo pensaría
El valor que a las cosas yo le daría
Es el que en nuestra vida ellas significan.
Yo dormiría muy poco si soñaría
Cuando cierres los ojos no ves el día
Cuando todos se paren caminaría
Cuando todos se duerman despertaría.
Si Dios me regalase un trozo de vida
Con ropas muy sencillas me vestiría
De bruces hacia el sol yo me tiraría
Para tostar mi cuerpo y mi alma herida.
Demostraría que el hombre en un error crece
No deja de enamorarse cuando envejece
Cuando falta el amor es cuando envejece
Al enamorarse el hombre siempre enriquece.
A un niño daría alas y permitiría
Que aprendiese a volar sin cortapisas
Que lo tomase todo con pocas prisas
Sino al final del vuelo se estrellaría
Al viejo enseñaría con mucho atino
Que la muerte no llega por la vejez
Por ser viejo la muerte no suele ser
Que la muerte te llega por el olvido.
He aprendido que el hombre se preocupaba
En vivir en la cima de la montaña
Sin saber que la felicidad que el deseada
Esta en la forma de subir esa escarpada.
He aprendido que cuando un niño al nacer
Con su puñito aprieta el dedo del padre
Ese padre se queda enganchado a el
De por vida, ya nunca podrá soltarle.
Aprendí tantas cosas que a mi me alientan
Aunque ya de muy poco van a servir
Pues mi cuerpo le mete en la maleta
Eso indica que acabo ya de morir.
Esto es lo que decía García Márquez
La hizo a los pocos días de verle el cáncer
Así se despedía uno de los grandes
Yo en verso lo ponía para alabarle.
Ángel Arroyo
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