Este verano un día que madrugamos
Miguel me hace de guía hasta el sucu llano,
Enseñarme quería buitres leonados
Y en las piedras había muchos posados,
Pero no solamente eso divisamos,
Bajamos hasta el coto del de Genaro,
Y en las piedras salientes nos asomamos,
Desde allí las imágenes que contemplamos,
En mi mente las llevo pues las grabamos,
Y son aun más bonitas de lo soñado,
Nunca nada tan bello yo he presenciado,
Estuvimos buen rato, allí sentados,
Volviendo la cabeza hacia todos lados,
Una historia me cuenta allí mi cuñado,
Con la mano me indica donde encontraron
El cuerpo poca vida y muy magullado
De un chico que cayó allí despeñado,
Me dijo que en un burro lo trasladaron,
Y entre haces de heno lo colocaron,
A pesar del esfuerzo que realizaron
Al hijo la Peneka no le salvaron
Por que como ya he dicho del golpe dado
Quedo de la caída descuartizado.
Me impresiona la historia y aquel paisaje
Que después de observarlo mereció el viaje
Me llegan a la mente aquellas imágenes
Pienso que el no ir a verlas seria un ultraje
Pues son acojonantes sin camuflaje
Echas la vista abajo y en un instante
Aparece la lamía pozo importante
De aguas trasparentes muy abundante
Que tiene muchos peces que los hay grandes
Que ves cerca sus lastras, acojonante
Que te entran unas ganas de ir a bañarte
Pero que la distancia es impresionante
Y tienes las barreras allí delante.
Descubres un paisaje tan natural
Que te sientas y olvidas que hay que marchar
Que allí toda tu vida quieres estar
Con la escoba la piedra con el zarzal
No te cansas de ver al buitre volar
Cuando busca comida por el lugar
Que la vaca y la oveja allí ves pastar
Que ves como su dueño las va ha ordeñar
Que todo eso mereceré un documental
Que al mundo eso tan bello no hay que ocultar
Que todo el mundo ha verlo pueda bajar
Se mezclan las arribes y al animal
Que todo esto tenemos sin explotar
Que esta dentro del término de Bermellar.
Ángel Arroyo
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