Tengo un pajarito
que ya no canta
y de su lindo nidito
ya no se levanta.
Que pena me da verlo
siempre ahí metido
se esconde entre sus huevos
cuando le miro.
Antes siempre cantaba
y alzaba el vuelo
ahora el cabrón se calla
y se mea en el suelo.
Antes por las mañanas
él era invencible
la primera meada
de gran calibre.
Tenía que separarme
de la taza del váter
para dentro mearme
y poder controlarle.
Mucha guerra me daba
a mí el pajarito
sentía cerca una braga
y abría su pico.
Pero últimamente
se siente herido
está herido de muerte
dentro del nido.
Sólo sale a mear
y cuando lo hace
ya no puede llegar
ni al agujero del váter.
Y el cabrón se mea fuera
dejando el reguero
ojala que un día pueda
ponerse bueno.
Ángel Arroyo.
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