Me encuentro muy animado
Un maestro de mi pueblo
Mis poesías ha alabado
Dice que siga escribiendo
El hombre perdió su tiempo
Se entretuvo en leer alguna
Y dijo con sentimiento
“Aquí no hay mala ninguna.”
“Dijo: Parece mentira”
Un señor que no ha estudiado
Escriba estas poesías
“Me dejas impresionado”.
Leyó mi fuente los lobos
Que cuento una fantasía
El dijo que en casi todo
A Lorca me parecía.
En la forma de expresarme
En lo tocante a mujeres
En la forma de ambientarme
En el campo y en la fuente.
Y me recordó unos versos
Donde Lorca se estremece
Y expresa sus sentimientos
Hacia una mujer ardiente.
Para mi es un gran honor
Alguien que ha sido un maestro
En el arte del amor
Le hayan gustado mis versos.
Además de maestro escuela
El ha sido un seductor
Cientos de mujeres lleva
Y con todas se acostó.
Me sorprendió con sus nietos
Que tuvo a cargo unos días
Me sorprendió con los métodos
Que usa en la albañilería.
Me contó que iba a escribir
Un libro con frases hechas
Que el ha oído por allí
Y no son de su cosecha.
Me sorprendió la ilusión
Con la que arregla su casa
Me sorprendió la pasión
Que utiliza cuando habla.
Me sorprendió su agudeza
Cuando tú hablas escuchaba
Me sorprendió su faceta
Su papel de ama de casa.
Me ha demostrado que vale
Que con el se puede hablar
No porque me aconsejase
Que escribiera alguna más.
No por que dice que a Lorca
Yo le recuerdo en mis versos
Pero hay cosas que me importan
Y creo que vienen a cuento
Me extraño por que yo siempre
A el le tuve por un golfo
“Se que he sido un inconsciente”
“Se que apenas le conozco”.
¡Quiero pedirle perdón!
Por esa opinión tan mía
Que de el he tenido yo
Hasta hace cuatro días.
“Le tenía por vividor”
“Le tenía por mujeriego”
“Le notaba un subidon”
“Con eso de ser maestro”.
¡Y me demuestra que no!
Que es uno más de los nuestros
Y que tiene corazón
Y que tiene sentimientos.
Para pedirle perdón
Yo he escrito estos cuatro versos.
Le regalare un bastón
Para ponerle contento.
Ángel Arroyo
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