Señores les voy a contar
las cosas que hay en mi pueblo
que se llama Bermellar
quiero que vengan a verlo.
Mi pueblo tiene dos castros
demuestra que el sitio es bueno
pues nuestros antepasados
ya para vivir lo eligieron.
Si los visitan verán
muchos trozos de muralla
también las piedras hincas
para así evitar tomarla.
Mi pueblo tiene dos ríos
son el Huebra y el Camaces,
circulan muy retorcidos
pero dentro de su cauce
el Huebra va encajonado
en lo que llaman Arribes,
estarás acojonado
si sus honduras descubres.
Y del Camaces diremos
que es bueno para pescar
pues tiene sardas, cangrejos
y barbos en cantidad.
Mi pueblo tiene dos puentes,
son ‘El Chico’ y ‘El Resbala’,
y yo espero que la gente
sin verlos nunca se vaya.
Son una obra de arte
de piedra de cantería
por mucho agua que pase
durarán toda la vida.
Mi pueblo tiene dos caños,
el de abajo y el de arriba,
de invierno hacen buen apaño
de verano se agonías.
Se usaban para que bebieran
y el ganad así lo hacía,
y para espantar borracheras
que algún mozo se cogía.
Mi pueblo tiene una fuente
de piedra de cantería
manaba su agua la gente
por lo fresca que salía.
Mi pueblo tiene una casa
de las que llaman “rural”,
así si a mi pueblo bajas
ya te podrás alojar.
Mi pueblo tiene un museo
que abrieron hace unos días
recuerda a nuestros abuelos
y como ellos vivían.
Y verán sus herramientas,
también cómo se vestían,
ustedes se darán cuenta
que ellos se autoabastecían.
Si visitan el museo
le dan recuerdos al guía
y lean lo que tiene puesto
otra de mis poesías.
Mi pueblo tiene una ermita
con una entrada divina,
están talladas las piedras
y forman tal armonía
que me gustaría poderlas
admirar todos los días.
Si pasas dentro de ella
de frente en el altar mayor,
en madera hay otra talla
que es de un valor superior.
Y si miran hacia arriba
ustedes descubrirán
la bóveda tan divina
que le da luz al altar.
Mi pueblo tiene una iglesia
que utilizan para orar,
si ustedes entran en ella
también se sorprenderán.
Pero antes de entrar en ella
yo les quisiera explicar:
la torre está hecha de piedra
desde el principio al final.
Es tan bonita la torre,
atiendan a lo que digo,
que todo el que la conoce
le saca fotos y videos.
La torre está muy bien hecha,
sólo piedra, allí no hay masa,
yo en madera hice una réplica
para tenerla en mí casa.
Y ya entramos en la iglesia,
giramos a la derecha,
entramos por otra puerta
y subimos la escalera.
Se fijen en la escalera
en forma de caracol,
hacen con la misma piedra
la pared, eje y el escalón.
Súbanse hasta el campanario
o a la tribuna de honor,
por aquí se subía “el Gacho”
para echarnos el pregón.
Si llegan a las campanas
descubrirán lo que yo:
que en el hueco ya no estaban
las que mi pueblo heredó.
Echen una vista al pueblo
desde lo alto del campanario,
da la impresión que lo hicieron
con el fin de rodearlo.
Ya en el suelo de la iglesia
se darán cuenta al pisarlo,
tumbas parecen sus piedras
me pregunto: ¿qué hay debajo?
Los viejos del lugar
aseguran sin dudarlo
que allí se debió enterrar
a nuestros antepasados.
De frente el altar mayor
Santa María Magdalena,
ella fue quien me animó
a que versos yo escribiera.
Era una tarde de invierno
yo me encontraba allí dentro
y la ‘Malena’ me dijo:
‘Ángel, ponte a escribir versos’.
Por eso yo me arrodillo
ante esa imagen tan bella,
porque si versos escribo
es que todavía estoy vivo
y todo gracias a ella.
Mi pueblo tiene dos plazas,
la de abajo y la de arriba,
aquí es donde se subastan
las roscas de las madrinas.
Mi pueblo tiene un frontón
para jugar a la pelota,
aquí mucho jugué yo,
seguro que me lo notan.
Mi pueblo tiene al ladito
un pequeño cementerio,
y también yo les invito
acérquense a conocerlo.
Pero eso sí, les exijo
que le traten con respeto
porque en ese rinconcito
están tapaos nuestros muertos.
Yo tengo allí enterrados
a mis padres y a mi suegro,
abuelos, tíos, familiares
por eso pido respeto
que no hay ninguna familia
que libre de tener muertos.
Mi pueblo tiene otras cosas
¿qué cosas tiene mi pueblo?
Mi pueblo tiene unas mozas
¡qué mozas las de mi pueblo!
Cuando pasas junto a ellas
se te endereza hasta el vello
y enderezan otras cosas
pero eso yo no lo cuento.
¡Qué cosas las de mi pueblo!
¡las de mi pueblo qué mozas!
Ya me despido señores,
vengan a ver mi pueblo,
que es uno de los mejores
de España y del extranjero
Ángel Arroyo
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