REFLEXION SOBRE NUESTRO MAYORES

Las personas cuando son mayores necesitan un trato especial

Ya lo saben señores de esto. Yo muy poco les puedo contar,

Ellos son como son los menores, para nada se pueden callar,

Necesitan contar sus sermones, quieren alguien dispuesto ha escuchar-

Necesitan que se les atienda por que solos no pueden estar

Que a su hora le des la merienda pues no saben que hay que merendar,

Que le saques ha dar una vuelta, liberarle un rato del sofá,

Las personas mayores protestan pero estamos aquí pa aguantar.

Necesitan que tú estés atento por si cogen una enfermedad,

Debes darles los medicamentos a la hora que los deba tomar,

Todo aquello que receta el medico al mayor le debemos de dar,

Ellos tratan de perder el tiempo por que de eso se quiere olvidar.

Deberíamos de jugar con ellos a las cartas o juegos de azar

Necesitan embaír el tiempo que su vida sea muy relaja.

Ellos deben sentirse contentos,  que del trato, no se puedan quejar

Tengan claro que llegar a viejos es mejor que marcharse palla.

Yo quisiera hacer un llamamiento. Que a los viejos debemos cuidar

A ti ellos cuando eras pequeño te sacaron palante sin más

Te libraron de los sufrimientos para ello debieron luchar

Hacia ti pusieron sentimientos que después tu no has vuelto ha encontrar.

Piensa en ellos sin remordimientos esa madre te dio de mamar

Ellos siempre estuvieron atentos te cambiaban sin mas el pañal

Ellos luchan por darte alimentos, cuando apenas podían encontrar

Ellos con menos conocimientos te llevaron al colé ha estudiar.

Aprendimos algo más que ellos y olvidamos lo más esencial,

Olvidamos que son nuestros padres que tenemos que colaborar,

Ellos nunca te fallaron antes ahora tu no le debes fallar.

No le dejes tirado en la calle, como un perro, no le hagas ladrar.

Tu le debes lo que ellos te dieron, no les dejes ahora sin cobrar,

Le debemos la vida y sabemos, que ha ellos muy poca le queda ya

No hagas caso al mundo que tenemos, no te fíes de esta sociedad,

Pórtate como un gran caballero cuídales hasta el día de enterrar.

Ángel Arroyo