viernes, 18 de febrero de 2011

OLVIDEMOS LOS RENCORES





Que no me tengas en cuenta
Las noches que me he dormido.
Dime que no te avergüenzas
De estar casada conmigo.
Dime que en otro no piensas
Las noches que yo me olvido.
Dime que mucho te alegras
De que yo sea tu marido.
Dime me siento contenta
Porque te acuestas conmigo.
Dime que tú te alimentas
Con el sudor tuyo y mió.
Dime que mucho te gustan
Las flores que te he traído.
Quiero te muestres atenta
Y escuches lo que te digo.

Yo te digo que te quiero
Como a nadie había querido.
Te digo que por ti siento
Lo que nunca había sentido.
Para mi eres alimento
Del que yo siempre he comido.
Un gran acontecimiento
Del que vivo y he vivido.
Que si no siento tu aliento
Me encuentro desprotegido.
Que por las noches me acuesto
Y siempre sueño contigo.
Y en esos sueños que tengo
Sueño casas que no digo.
Pero luego me entretengo
En practicarlas contigo.

No piensen que me equivoco
El amor nos dio dos hijos.
Y ninguno es vanidoso.
Los dos son muy buenos chicos
Se quieren el uno al otro
También se tienen cariño.
Van creciendo como todos
Y ya no son unos niños.
Por eso veo que nosotros
Nos hemos envejecido.
Siempre el uno junto al otro
Siempre junto a nuestros hijos.
Demostrándoles a todos
Que entre los cuatro hay cariño
No pienso que vengan otros
A quitarnos lo vivido.

Ángel Arroyo

No hay comentarios: